sábado, 22 de marzo de 2014

CARTA PÍCARO

                                                                                         Sevilla, 22 de marzo de 2014
Estimado juez:
Ya que he recibido una carta de usted preguntándome por lo ocurrido en esta carta le voy a contar toda mi vida pasada. Actualmente soy un hombre de 30 años. Yo nací en el hospital Virgen del Roció ya que allí murió la abuela de parte de mi madre y ella quería que yo naciera allí en honor a mi abuela, Rocío. Empecé a crecer, era un niño inocente,maduro para lo pequeño que era, en el colegio sacaba buenas notas, era uno de los mejores, mi comportamiento era bueno y la gente con la que me juntaba también pero todo eso cambió. Cumplí los 14 y empecé a salir, empecé a conocer a gente nueva, y también empecé a probar cosas nuevas. En mi barrio me llamaban 'el negro' ya que mi color de piel era bastante oscura. Cambié de amigos aunque eran también de mi barrio, las 3000, barrio de Sevilla. Quería irme todos los días de fiesta, ellos me cambiaron el pensamiento de alguna manera que todavía no entiendo cómo lo hicieron, pasaba de estudiar y pasaba de mis padres. Ellos notaron mi cambio y un día mi madre decidió hablar conmigo, esa charla acabó en una pelea porque no quería escucharla porque para mí eran tonterías lo que me estaba diciendo y me fui de casa. Precisamente, no me fui unas horas o cosa así, me fui un día entero y no a casa de un amigo ni nada, sino me fui de fiesta con mis amigos y no aparecí hasta el día siguiente por la tarde noche. Cuando llegué, me encontré a mi madre en el sofá llorando, con cara de que no había dormido en toda la noche y me preguntó que dónde pasé la noche, yo cogí y sin contestarle, me fui a encerrarme en mi cuarto. Pasaban los días e incluso los años y yo no cambiaba, bueno sí, pero a peor, a mucho peor y mis padres, sobre todo mi madre ya no sabía que hacer conmigo y con esa situación que la estaba volviendo loca. Un día, ella me pidió por favor hablar conmigo, en el sofá del salón y yo acepté. Me preguntó llorando que por qué era así, que por qué ya no era el niño de antes. Con furia, le respondí que era por culpa de su marido, mi padre, que para mí no merecía tener esa 'posición' en mi vida, le tenía asco y no lo quería. Le dije que en una pelea de ellos, en la que él estaba borracho, vi como le pegaba. Mi madre echó a llorar y yo me fui. Un fin de semana, en una fiesta del cumpleaños de un amigo mío, probé los porros y me enganché pero no tenía dinero ya que dejé los estudios y no encontraba trabajo, es más, ni quería entonces, decidí robar. Primero empecé a robarle a mi madre, a mis abuelos y ya,más tarde, en la calle. Engañaba a la gente. Un día la policía me pilló y pasé unas cuantas noches en el calabozo hasta que mi madre me recogió.
Empecé a robar cada vez más y la policía me cogió varias veces más, tuve juicios y me metieron dos años en un centro de menores. Estoy seguro que no lo he pasado más mal en mi vida porque me separaron de mi madre que a pesar de lo mal que me comportaba con ella tenía miedo lo que podía pasar con mi padre cuando yo no estuviera en casa. Salí del centro y empecé a salir con una 'choni' la cual se iba con más niños estando conmigo pero yo le dije que me daba igual mientras me pudiera dar dinero para algunos caprichos míos, como los porros y ella aceptó al trato; estaba conmigo, hacíamos cosas juntos pero también estaba con otros.
Un día que no salí porque estaba cansado del día anterior, estábamos en el salón viendo la tele mi madre y yo y llegó mi padre con un 'ciego' terrible de haber estado todo el día en el bar. Llegó y insultó a mi madre y la amenazó de dejarla en la calle y a mi me amenazó de meterme en un centro lejos de todo el mundo, donde no conociera a nadie. Me fui a levantar hacia él y mi madre me paró y empezaron a discutir entre ellos. Mi madre me dijo que me fuera a mi cuarto, que quería hablar con él a solas, y le hice caso aunque me costó. Pasó menos de una hora y escuché unos ruidos, como si hubieran tirado algo al suelo y salí muy asustado, lo primero que se me pasó por la cabeza fue que le había pasado algo grave a mi madre. Así fue, la volvió a tocar, le pegó una paliza y histérico me fui para él, sentía rabia y lo quería matar, mi madre se levantó y tal como fui a pegarle se metió por el medio y le pegué a ella y cayó a suelo. Llamé a la ambulancia y se la llevaron al hospital. Mi padre huyó y yo me fui con ella. Al día siguiente, por la mañana temprano despertó. Me sentía un miserable, un mierda, decepcionado de mí mismo. Deseé ser el chico de antes. Cuando mi madre tomó algo de comer y le dieron el alta, fuimos a la casa y ella se sentó a hablar conmigo. Me dio unos cuantos consejos, consejos que me abrieron los ojos y me dí cuenta que la vida no era como yo la veía. Le prometí que iba a hacer todo lo posible por cambiar, por desengancharme de todos los vicios que tenía, no iba a robar más y tampoco me iba a juntar con la gente que me juntaba, gracias a ella me di cuenta de que todo lo que hice era un error, el error más grande de mi vida. Le pedí perdón y le dije que una madre lo es todo y que jamás me iba a comportar con ella como antes lo hacía. Le di las gracias. Ésta, al escuchar todo esto se puso a llorar y me dijo que a pesar de todo, estaba orgullosa de su hijo, que confiaba en que iba a lograr un cambio y que iba a conseguir todo lo que me propusiera. Decidí volver a retomar los estudios y actualmente, soy abogado licenciado y estudio los casos en los que yo estuve metido. Me casé con mi secretaria y tengo 2 hijos que son gemelos, Adrián y Álvaro.